domingo, 27 de febrero de 2011

KHALED HOSSEINI el valor de lo humano

Un mundo diferente dentro de la tierra, una forma de vida distintas, unas normas, reglas y creencias diferentes a lo que vemos cada día al doblar la esquina, un entorno que por mucho que veamos o intentemos meternos en él no llegaremos a entenderlo.

Sufrimiento, grandes aberraciones que vistas desde nuestra óptica escandalizarían a cualquiera de nosotros acostumbrados a un entorno libre, a no tener que pensar o luchar por las cosas más obvias.

Dos miradas distintas, el guiño dos niños de razas distintas, pero con grandes horas de convivencia por delante, y a dos niñas, con pasados distintos, pero unidas por una misma lucha los cuatro luchando por sobrevivir en una guerra cruel y dura.


La dureza de la vida, en cada persona es medida en función de lo que se tenga y se haya alcanzado, de las comodidades o incomodidades que la sociedad en que hemos caído nos viene dando, en ocasiones hacemos mundos de cosas que en otros sitios se reirían de nosotros o no llegarían a comprender por muy bien que se lo expliquemos, pero al final cada uno parte de un punto sin tener muy claro donde estará el destino.

Pero al llegar a ese destino queremos tener todas las puertas cerradas, haber hecho aquello que esa persona se merecía o que estabamos seguros que el lo hubiese querido así.

Porque todos tenemos algo que nos une, ese cariño por las personas, esa relación de amor, odio, de mil sentimientos que vamos recorriendo, en cada una de las mil historias en las que nos embarcamos y al final de todo nos quedan las experiencias los sentimientos, los recuerdos y el cariño de los más cercanos y por los que sentimos algo especial. Es lo que en ocasiones nos duele y nos quema por dentro, lo que de verdad nos hace daño, pero al final siempre buscamos nuevas aventuras nuevas personas que nos llenen, porque al final es lo que nos queda.

Lo que hemos vivido, lo que hemos sentido, las personas que nos han hecho sufrir para luego reír, al final de todo nos queda el cariño y los sentimientos.

Cometas en el cielo (2003)

Mil soles espléndidos (2007)

21 de Nov de 2009

domingo, 20 de febrero de 2011

PUZZLE


De nuevo a vuelve a pasar; papel de regalo del más bonito, con el lazo más grande, en una caja rectangular, lo agito un poco y si solo queda adivinar si  será de cien, doscientas, quinientas o quizá mil... será un gran paisaje, un monumento o a lo mejor es... casi que ya es momento de ver si realmente he acertado o no.




Pues si acerté, la verdad que era bastante claro pero o no, son cinco mil piezas pero este es más difícil, infinitamente; que tenemos por aquí, una sociedad, con su ocio, su trabajo, una familia... y eso... parecen los amigos de la familia y allí... bueno pues tendremos que ponernos a encajar las piezas y ver si lo logro o antes me desespero y lo dejo pues no siempre encajan las piezas y cuando parece que van encajando de pronto llega alguien lo golpea y se separan unas cuantas piezas y toca rearmar y luego sin querer tropiezas y se deshacen otras tantas.



El caso es que realmente la vida hoy más que nunca es un puzzle o más bien una mezcla de varios puzzles que no siempre encajan o que dificilmente somos capaces de conciliar, los trabajos exigen demasiado desgaste y demasiadas horas, cada uno tiene un turno, o resulta que los desplazas a mil ciudades distintas, diferentes ocios, conocer a alguien nuevo y sentir que puede ser pero que no vemos la forma de casarlo, de que las horas cuadren y ser capaces de llegar a entender como realmente son y en que ritmo viven, el caso es que el puzzle tiene las piezas que tiene y si no las encajamos bien no aparecen nuevas piezas para solucionar el problema y al final corremos el riesgo de dejar aparcado el puzzle en el trastero y volver a empezar otro esperando terminarlo


domingo, 6 de febrero de 2011

Esencia

Hoy se podría considerar que fue un día raro, de esos en los que nada sale como esperabas y en los que poco a poco, gota a gota el vaso se llena hasta que no cabe más y en ese momento estallas, no aguantas más y no encuentras la respuesta ansiada, esa tecla que solucione el problema y haga volver al orden natural de las cosas  y por más que buscas solo aparece la frustración.

Frustración tras repasar uno a uno los problemas, ordenarlos, reordenarlos tratar de llegar un poco más allá o quizá no ir tan lejos,..  el caso es que si... o mejor, pero eso,... o un sin fin de pensamientos similares. 





El caso es que por fin llegas a un punto, en que piensas... el caso es que esto es algo personal, y si es personal tiene que ver con... claro sólo puede tener que ver con las personas...








Y llegas un poco más hondo y resulta que el problema es cuando las personas pierden su esencia, lo que fueron, lo que les hizo grande o simplemente especiales, bien por corazón, por carácter, por inteligencia o simplemente por su forma de ser; el caso es que tenemos momentos en la vida en los que perdemos lo que somos, nos dejamos llevar, olvidamos el camino recorrido lo que nos hizo fuertes y sólo nos dejamos las debilidades, perdemos la perspectiva, la ilusión y dejamos de ser lo que eramos para convertirnos en algo que realmente no somos; aquí está de nuevo el problema.


Darnos cuenta que nos paso, ver que el tiempo se nos fue de las manos y que nos robo un gran parte de nosotros, ser capaces de parar, analizar, mirar lo que en otro momento nos hizo ser felices, ver donde perdimos esa parte de nosotros y recuperar de nuevo el camino, recuperar eso que nos hacia felices y recobrar la ilusión pues al final sin ilusiones, se evapora lo que somos y dejamos de ser